Restaurante Aníbal en Sevilla

Una casa palacio proyectada para el ganadero Luis de Ibarra en 1904, de líneas clásicas y sobrias, con una tipología muy diferente a la casa patio sevillana, obra de Jacobo Galí Lassaleta fue objeto de adaptación para Aníbal Restaurant. Constaba originalmente de calefacción central, garaje, chimeneas en todas las estancias nobles, galerías de instalaciones,… Una casa muy moderna para principios del siglo XX en el corazón de Sevilla.

El edificio se encuentra localizado en la calle Madre de Dios, en el corazón del barrio de La Judería, muy próximo a la Catedral y dentro del casco histórico de la ciudad, adyacente a calle San, José, plaza de Santa María la Blanca, Jardines de Murillo y Plaza de la Alfalfa, una importante zona residencial y de gran tránsito de turismo.

El edificio es especialmente singular por tratarse de una casa palacio de finales del siglo XIX, de estilo francés, con techos muy altos, diáfano y con gran luminosidad interior y exterior, ya que da a calle en su frontal y a pequeña plaza en su lateral. Cuenta con tres plantas (baja, primera y terraza) ocupando la planta baja de la misma.

-Zona de Bar-Cocktail-Show cooking, con fachada a calle Madre de Dios.

-Tres salas comunicadas con grandes puertas de madera-cristal decoradas de forma especial, con referencias en la decoración de cada una de ellas a los diferentes continentes. La primera dedicada a Europa, con tapicería diferenciada del resto del local en tonos tierra con motivos geométricos y vegetales, la gran lámpara de cristal y la chimenea francesa de mármol blanco. En la sala central, el original patio con montera acristalada situada a nivel de planta primera, se localiza el Bar-cocktail Aníbal. La luz cenital de este espacio, el color verde agua y la abundante vegetación estabilizada, la barra de chapa retroiluminada, las estanterías y las habituales pinturas de las exposiciones de arte temporales confieren a este espacio central un dinamismo que nos recuerda a Asia, en la luz y el color, las tapicerías de grandes flores o pájaros, con colores vivos y luminosos…La tercera dedicada a África consta de una chimenea de madera de estilo colonial, y las paredes tienen una tonalidad vino tinto muy ténue, tapicerías neutras, accesorios en caoba, grafito o pizarra… La iluminación contemporánea de esta sala contrasta con la ausencia de lámparas de la sala central, cuya iluminación artificial no hace más que emular durante la noche la luz día a través de los vidrios traslúcidos de la montera.

-Al fondo de esta salas se sitúan otras dos, más reservadas para grupos reducidos, inspiradas asimismo en los dos continentes restantes, resultando especialmente singular la dedicada a América ocn un gran mural realizado in situ con la técnica de graffiti.

-El amplio pasillo lateral, utilizado como zona de restaurante o Bar, que es a la vez el acceso a la planta primera (suites residenciales), tiene al fondo una gran escalera de especial singularidad. La tonalidad blanca y austera con las líneas clásicas del edificio le confieren unas características muy personales.

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